Del ejército a la educación

 En Costa Rica durante el transcurso de los años de 1946 y 1948, las fuerzas armadas de ese momento estaban pasando por un proceso de debilitamiento, no contaban con una adecuada organización, tenían dificultades económicas y se encontraban con poco armamento.

Del ejército a la educación

Del ejército a la educación

Del ejército a la educación.

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En Costa Rica durante el transcurso de los años de 1946 y 1948, las fuerzas armadas de ese momento estaban pasando por un proceso de debilitamiento, no contaban con una adecuada organización, tenían dificultades económicas y se encontraban con poco armamento.

Durante el año de 1948 y producto de la anulación de las elecciones ya que no se reconoció el triunfo del candidato Otilio Ulate, se desencadenó la Guerra Civil, ocasionando la revolución que llevó al poder a José Figueres Ferrer. Al finalizar esta revolución la situación del ejercito empeoro, y José Figueres se encontró con un ejército en completa desorganización y totalmente inoperante ya que las escasas armas que tenían estaban obsoletas o en mal estado.

Por esta razón el 1º de diciembre de 1948, Figueres tomó la decisión de disolver el ejército en un acto emotivo y simbólico. Ante la presencia de estudiantes y personalidades políticas, el presidente José Figueres utilizando un mazo derribo algunas piedras de un torreón del Cuartel Bellavista, actualmente el Museo Nacional de Costa Rica.

En este evento, y como resultado del mismo, don José Figueres entrega de inmediato las llaves del Cuartel a una institución educativa superior, la recién fundada Universidad de Costa Rica, con el propósito de que en el edificio militar se estableciera un centro de estudios antropológicos. La eliminación del ejército fue incorporada en la constitución de 1949. Esto permitió utilizar los presupuestos antes asignados al ejército en el desarrollo del aparato educativo principalmente.

Fue una decisión difícil cuando los ejércitos eran, en algunos de los países de la región, una de las instituciones más consolidadas. Abolir un ejército, transformarlo en una policía para protección de la ciudadanía y con vocación pacifista, era absolutamente impensable. Pero en nuestro país se dio siendo uno de los hechos históricos más importantes y que cambiaría el futuro de Costa Rica y de la cual seríamos ejemplo para el mundo entero. Para que todos los ciudadanos costarricenses tuvieran siempre presente ese acto heroico, por decreto del 24 de diciembre de 1986, se declara el 1 de diciembre de cada año como “Día de la Abolición del Ejército”.