El aire de los bosques tropicales está cargado con fitoncidas complejas y poderosas lo cual permite que su pureza sea óptima para los seres que le habitan
Cobra importancia si tomamos en cuenta que la existencia de los seres vivos está estrechamente relacionada a la simbiosis con bacterias y virus específicos que habitan en cada organismo y que son parte fundamental en su existencia.
Los resultados de estudios científicos realizados en Japón demostraron que una persona que camina en un bosque y respira el aire cargado de fitoncidas recibe varios efectos positivos en su organismo:
Todos sabemos lo bien que nos hace sentir el contacto con la naturaleza. Los sonidos del bosque, el olor de los árboles, la luz que se abre paso entre las ramas e ilumina las diferentes texturas. El aire fresco y limpio de los bosques ofrece a quien los visita una experiencia revitalizante y que le conecta con la esencia misma de la naturaleza, para devolvernos nuestra energía y nuestra vitalidad, refrescarnos y rejuvenecernos.
En Mistico Park puedes disfrutar de los beneficios del baño de bosque en todas nuestras actividades pero especialmente en el sendero de los Puentes Colgantes.
Un ser humano promedio tiene en su cuerpo 37 billones de células, 48 billones de bacterias, 40 billones de virus y miles de millones de hongos y ácaros, todos trabajando en perfecta colaboración para el buen funcionamiento de todos nuestros sistemas vitales. Sin esta simbiosis de correlaciones internas no podría existir el ser humano, y cuando ocurre un desequilibrio en esta relación es que surgen las enfermedades.
Cotidianamente nos enfrentamos a innumerables bacterias y microorganismos ajenos a nuestro cuerpo que viven a nuestro alrededor. Algunos de los microorganismos son ayudantes humanos, otros estropean los frutos de su trabajo, y otros enemigos causando enfermedades. El complejo sistema de defensa humano protege el cuerpo de la invasión de agentes perjudiciales y las plantas también tienen su propio sistema de defensa del cual se puede beneficiar el ser humano.
Una forma de aprovechar estos beneficios es alimentarnos con vegetales, ya que aprovechamos sus compuestos benéficos para el organismo mediante la digestión y otra forma es aprovechar sus sustancias volátiles llamadas fitoncidas, capaces de actuar a distancia y aniquilar muchos microorganismos perjudiciales para la planta. Según los estudios científicos de la International Forest Medicine©, “todas las plantas en conjunto liberan anualmente alrededor de 490 millones de toneladas de sustancias volátiles a la atmósfera”. Al inhalar aire cargado de estas sustancias desinfectamos los pulmones, también los asimilamos en el cuerpo de muchas otras formas aprovechando sus propiedades benéficas ya que son una fuerte barrera contra los microbios patógenos.
El aire de los bosques tropicales está cargado con fitoncidas complejas y poderosas lo cual permite que su pureza sea óptima para los seres que le habitan; son tan efectivos en purificar el aire que se han hecho estudios que demuestran que en un metro cúbico de aire de un bosque maduro solo hay unos 450 microbios y según normas internacionales en los quirófanos, donde todo debe ser estéril incluido el aire, el contenido permitido en un metro cúbico de aire es de 500 microorganismos.